Con la muerte de este narcotraficante que controlaba buena parte de la cocaína que entraba en Estados Unidos, es evidente que surgirán nuevos sucesores que tomarán el relevo del trabajo más rentable y peligroso del mundo.
Me gustaría escribir un libro sobre la Historia del Narcoterrorismo en Colombia, pero quizá algún día me anime y lo escriba. Todavía quedan muchas cosas que decir y muchas cosas por contar.